Desarrollo de un calentamiento adecuado en fútbol

Desarrollo de un calentamiento adecuado en fútbol

El calentamiento o en inglés Warm-Up (WU), es la actividad de preparación o activación que se realiza previamente a la actividad principal (p.ej. partido) con objeto de mejorar la predisposición física y reducir los riesgos de lesión. Por lo tanto, el desarrollo de un calentamiento adecuado en fútbol resulta de vital importancia. Aunque el WU se focaliza en contenidos físicos, el WU realizado antes de un partido también busca conseguir una mejor preparación técnica y mental de los jugadores para competir.

Objetivos principales del WU

  • Aumentar la temperatura intra-muscular.
  • Favorecer el flujo sanguíneo.
  • Incrementar el número de reacciones metabólicas (sistema cardiorespiratorio, frecuencia cardiaca).
  • Activación muscular.
  • Aumentar la conductividad nerviosa.

El WU es un indicativo de beneficios físicos y fisiológicos (1,2).

Según el momento o timing de realizar el WU en competición, podemos diferenciar entre el WU antes del partido (WU), justo antes de empezar el partido (RE-WU) y el WU en el descanso (HT-WU).

En este artículo, voy a realizar una serie de consideraciones específicas y concisas sobre los puntos más importantes considerados en la literatura para ayudarte a construir tu propio WU de partido. Sin embargo, no hay muchos estudios que establezcan la progresión de contenidos del WU, excepto los programas de prevención de la FIFA (3).

¿Qué dice la ciencia?

Consideraciones generales del WU

  • Un WU prolongado ha mostrado no ser beneficioso para el rendimiento (1).
  • Tiempo medio: 30.8 min (15-45’)
  • 90% de los profesionales recomiendan un WU ≤ 25 min.
  • El aumento de la frecuencia cardiaca (FC) y la temperatura corporal resulta en un aumento del flujo sanguíneo, aumento de la sensibilidad de los receptores nerviosos y por lo tanto podría explicar en parte la mejora de rendimiento muscular.
  • La literatura sugiere que de 5–10 min al 40-70% del VO2max es suficiente para mejorar el rendimiento a corto, medio y largo plazo (1).
  • La actividad de alta intensidad (HI) de corta duración es recomendada para el WU: mejora la explosividad muscular aumentando la actividad del sistema nervioso central (4).
    • Sin embargo, una duración >23 min de HI en el WU puede inducir a un estado de fatiga ya que aumenta la termorregulación y la depleción de los sistemas energéticos.
  • Los cambios de dirección (CODs) y la pliometría mejora la fuerza explosiva.
  • Estiramiento:
    • El estiramiento estático disminuye el rendimiento físico inmediato en los futbolistas: fuerza, salto vertical, slalom, regate y velocidad; además de los parámetros fisiológicos (FC, temperatura corporal).
    • El estiramiento dinámico aumenta el rendimiento físico: salto, sprint, agilidad, fuerza pico en la extensión de rodilla, FC, temperatura corporal.
  • La Potenciación post-Activación (PAP) mejora el rendimiento de salto y sprint. 
    • El PAP debe ser programado de manera individualizado ya que cada jugador tiene un tiempo de recuperación distinto. 
  • Los ejercicios de fuerza con carga elevada en el WU (p.ej. 15” de 5RM sentadillas) pueden mejorar de forma significativa el rendimiento de los sprints repetidos y el salto vertical (5).
  • Los ejercicios excéntricos no son recomendados ya que provocan excesivo daño muscular.
  • El programa de prevención FIFA 11+ muestra un aumento del rendimiento en el salto, sprint y equilibrio (3).
    • Además, el FIFA 11+ reduce la incidencia de las 4 lesiones más relevantes en el fútbol: isquios (60%), cadera/pubis (41%), rodilla (48%) y tobillo (32%). 
  • Los juegos reducidos (SSG) también podrían ser introducidos en el WU ya que provocan una mejora del rendimiento por un aumento de la activación neuromuscular. 
  • La adquisición de habilidades motoras específicas puede facilitar la transferencia de los procesos cognitivos a las tareas. 

Consideraciones generales para el Re-WU

  • La mayoría de profesionales recomiendan realizar un WU adicional de 3 min justo antes de empezar el partido, en el parón entre la finalización del WU y el inicio del partido (2).
  • Un periodo pasivo prolongado al finalizar el WU podría reducir muchos de los beneficios fisiológicos asociados al WU. 
    • Towlson et al. (2) mostró un rápido decremento del sprint (5%) y el salto (13%) cuando los jugadores tenían un periodo de recuperación pasiva de 10 min después del WU.
  • El nivel de juego no afecta a la efectividad de un Re-WU activo (5).

Consideraciones generales para el HT-WU

  • El descanso pasivo realizado a mitad del partido provoca una deficiencia temporal en el rendimiento físico de los jugadores.
  • En el descanso la temperatura corporal desciende de 1.5 a 2ºC.
  • Un Re-WU activo reduce el impacto negativo provocado por una recuperación pasiva en el descanso tanto a nivel fisiológico (FC, temperatura corporal) como de rendimiento (salto, sprint, distancia cubierta).
  • Existen autores que muestran que con sólo 3 min de HT-WU es suficiente para provocar mejoras en el sprint y la capacidad de salto (6).
  • El HT-WU provoca beneficios en el rendimiento durante los primeros minutos de la segunda parte.
  • Se produce un incremento de la FC inmediatamente tras realizar el HT-WU. 
  • Los efectos más importantes del HT-WU son el aumento del flujo sanguíneo a los músculos y el aumento de la temperatura corporal.
  • El HT-WU puede mejorar la concentración de los jugadores.
  • Los ejercicios con vibración mecánica (WBV) podrían ser apropiados ya que un estímulo adecuado de WBV de corta duración y baja intensidad podría tener un efecto ergogénico para el sprint y la potencia, además de mantener el torque máximo de fuerza excéntrica de isquios, reduciendo así el riesgo de lesiones.
    • Además, es una buena forma de activación ya que puede realizarse en el propio vestuario.
Utilización de plataformas vibratorias en el Sevilla FC (1ª División española)

Conclusiones

  • Un WU o calentamiento de partido adecuado para futbolistas debería incluir ejercicios de estiramiento dinámico y PAP.
  • El PAP debe ser programado de forma individualizada (tiempo, reps, RM).
  • Los WU deberían incluir periodos cortos de HI.
  • Ha sido probado que el programa FIFA 11+ provoca mejoras de fuerza y potencia, siendo beneficiosos para la prevención de lesiones.
  • Un HT-WU pasivo afecta negativamente a los jugadores, aumentando el riesgo de lesión (7).
  • Ejercicios de 5RM o SSGs en el WU pueden aumentar el rendimiento específico de los jugadores.
  • El WBV podría resultar apropiado para el HT-WU provocando mejoras inmediatas en la fuerza reactiva.
  • Es necesario considerar la falta de tiempo y los posibles factores situaciones que pueden afectar en el descanso de los partidos. 
  • El WU tiene que adaptarse al estilo de juego del equipo.
  • Las condiciones ambientales (frío, calor) afectarán a la duración del WU (p.ej., cuando hace frío el WU será un poco más largo que en días calurosos).

Aplicación práctica

Esta es la estructura de WU para un deporte de equipo sacado de la literatura:

  • 6 min movilidad general
    • Rodillas arriba, talones glúteo y sentadillas; realizadas a media intensidad (velocidad submáxima)
  • 9 min movimientos específicos
    • Sprint, carrera hacia atrás, skipping lateral y CODs; realizadas a alta intensidad (velocidad máxima)
  • 6 min actividades de control de balón
    • Regates, pases, conducciones; realizadas a alta intensidad.
  • Recuperación: 1×60 seg y 2×30 seg de recuperación pasiva interpuestos dentro de la rutina.

Sin embargo, este WU es básico y poco preciso. Aún no hay establecido en la literatura una guía práctica que muestre un orden específico para saber en qué parte del WU es mejor realizar una cosa u otra y desarrollar un calentamiento adecuado en fútbol. Por otro lado, lógicamente hay que tener en consideración las necesidades individuales y cada jugador necesita una serie de requisitos individuales (p.ej. por lesiones previas). 

Un calentamiento adecuado en fútbol debería incluir los siguientes contenidos (opinión personal):

  • Movilidad general (estiramiento dinámico, movimientos básicos)
  • Movimientos específicos
  • Elementos coordinativos y SAQ
  • PAP
  • Habilidades técnicas
  • Actividad HI específica (SSG)
  • Aspectos tácticos puntuales
  • Aceleraciones y velocidad 

El desarrollo de un calentamiento adecuado en fútbol es de vital importancia tanto para mejorar el rendimiento de los jugadores como para reducir el riesgo de lesión. Por lo tanto, es un aspecto al que hay que prestar especial atención.

A continuación, podéis encontrar un WU detallado que he aplicado anteriormente. Hay que tener en cuenta el estilo de juego del equipo o las características individuales de los jugadores, entre otros.

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Referencias

  1. Zois J, Bishop DJ, Ball K, Aughey RJ. High-intensity warm-ups elicit superior performance to a current soccer warm-up routine. J Sci Med Sport. 2011; 14(6): 522–8. 
  2. Towlson C, Midgley AW, Lovell R. Warm-up strategies of professional soccer players: practitioners’ perspectives. J Sports Sci. 2013; 31(13): 1393–401. 
  3. Thorborg K, Krommes KK, Esteve E, Clausen MB, Bartels EM, Rathleff MS. Effect of specific exercise-based football injury prevention programmes on the overall injury rate in football: A systematic review and meta-analysis of the FIFA 11 and 11+ programmes. Br J Sports Med. 2017; 51(7): 562–71.
  4. Abade E, Sampaio J, Gonçalves B, Baptista J, Alves A, Viana J. Effects of different re-warm up activities in football players’ performance. Ardigò LP, editor. PLoS One. 2017; 12(6): e0180152.
  5. Hammami A, Zois J, Slimani M, Russel M, Bouhlel E. The efficacy and characteristics of warm-up and re-warm-up practices in soccer players: A systematic review. J Sports Med Phys Fitness. 2018; 58(1–2): 135–49. 
  6. Fashioni E, Langley B, Page RM. The effectiveness of a practical half-time re-warm-up strategy on performance and the physical response to soccer-specific activity. J Sports Sci. 2020; 38(2): 140–9.
  7. Lovell R, Midgley A, Barrett S, Carter D, Small K. Effects of different half-time strategies on second half soccer-specific speed, power and dynamic strength. Scand J Med Sci Sport. 2013; 23(1): 105–13. 

Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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Este artículo ha sido realizado en base a las referencias reflejadas, otros estudios revisados no reflejados y según la experiencia y conocimiento del autor. De esta manera, pueden incluir opiniones e ideas subjetivas no contrastadas en la literatura. 

Análisis de la Frecuencia Cardiaca en el fútbol: establecimiento de valores de referencia

Análisis de la Frecuencia Cardiaca en el fútbol: establecimiento de valores de referencia

En este artículo voy a hacer un análisis resumido de una de los parámetros fisiológicos más utilizados en la monitorización de la carga interna en el fútbol: la frecuencia cardiaca (FC). 

Como ya sabemos, el fútbol es un deporte de naturaleza intermitente caracterizado por una alternancia entre periodos de recuperación con ciclos activos (CA) aeróbicos o anaeróbicos aleatorios (1). Durante estos ciclos activos se pueden dar diferentes acciones de lucha, aceleraciones, saltos o cambios de dirección, entre otros, que implican la intervención del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) para proporcionar respuestas activas de carácter simpático. No obstante, conseguir un buen nivel de actividad parasimpática o vagal en los periodos de reposo ayudará a mejorar la recuperación entre esfuerzos o CA. En este sentido, existen multitud de autores que concluyen que monitorizar la FC es un método adecuado de valoración del estado físico y nivel de fatiga (2–8), permitiendo una estimación indirecta de la producción de energía aeróbica, aunque no anaeróbica (9).

A lo largo de los años la gran mayoría de estudios ha basado el análisis y monitorización de la FC en función de la FC máxima (FCmáx) para establecer lor perfiles fisiológicos de los jugadores. Sin embargo, la FC expresada en el porcentaje de la FC de reserva (%FCres) ofrece resultados más precisos (10). Se calcula de la siguiente manera (11): 

%FCres = [(FC media ejercicio – FC reposo) / (FCmáx – FC reposo) x 100]

Ya que cálculo del %FCres tiene en consideración las variaciones del biorritmo, lo que consecuentemente permite la comparación entre jugadores de la respuesta de la FC ante diferentes tipos de actividad o sesiones de entrenamiento.

Valores de la FC en Competición

Tras una extensa revisión de la literatura, recojo los valores principales:

  • FC media: 165 a 175 ppm (10).
  • Rango intensidad FC: 80-90% FCmáx (12,13).
  • 37% de la duración total del partido: rangos del 70-80% y del 80-90% FCmáx (14).

La bibliografía no muestra diferencias en estos valores según el nivel o categoría. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la respuesta de la FC debe relacionarse con la edad, sexo y estado físico de los jugadores (9) ya que pueden existir diferencias en los tiempos de recuperación entre esfuerzos de alta intensidad. Por ejemplo, los jugadores pueden presentar un porcentaje de la FCmáx más alto si están en un bajo nivel de forma física o si el Umbral anaeróbico no está bien establecido por ser más joven. 

Fatiga acumulada

Es importante analizar e interpretar la FC de los jugadores en cada una de las dos partes del partido ya que la intensidad, expresado en porcentaje de la FCmáx, es menor en la segunda parte respecto a la primera como consecuencia de la fatiga acumulada a lo largo del partido (14). Este autor mostró que en la 2ª parte los jugadores están menos tiempo en rangos del 85 al 90% de la FCmáx y un mayor tiempo utilizado en rangos de menor intensidad (75-80% FCmáx). Además, en función de la posición, estilo de juego o características individuales los jugadores muestran una FC media diferente (15). En este sentido, hay autores que concluyen que la FCmáx no es el mejor indicador para valorar la intensidad en el fútbol ya que no tiene en consideración las diferentes repuestas de la FC (10). Aunque dos jugadores tengan la misma FCmáx, pueden presentar diferente FC en reposo, lo que provocará respuestas diferentes durante un partido.

FC por posición de juego

Generalmente los centrocampistas presentan los valores más altos y los defensas centrales los más bajos como consecuencia de la función táctica de cada posición en la forma de juego del fútbol moderno (10). Desde un punto de vista técnico-táctico, los centrocampistas están involucrados tanto en acciones de juego defensivas como ofensivas, por lo que necesitan una mayor capacidad aeróbica para que les posibilite una continua participación en el juego (13). No obstante, como se ha comentado anteriormente el sistema de juego desarrollado por el equipo o las características individuales afectarán en las respuestas de la FC de los jugadores. 

Volumen de Oxígeno máximo consumido (VO2max)

Los valores de FC están estrechamente relacionados con el VO2max. La intensidad media de un futbolista profesional adulto va del 70 al 80% VO2max durante un partido (13). Los futbolistas de primer nivel están en un rango de VO2max de 52-68 ml · kg-1 · min-1 (16). 

Sin embargo, hay que tener en consideración que el tipo de recuperación (activa o pasiva) y el tipo de esfuerzo durante un ejercicio intermitente de corta duración modificará la respuesta de la FC. Aunque las aceleraciones, desaceleraciones o los cambios de dirección tienen un gran efecto sobre la FC, el análisis de la FC no refleja los cambios en el metabolismo anaeróbico (10). Otros factores como la actividad hormonal, las condiciones ambientales o las condiciones del terreno de juego también pueden alterar el comportamiento de la FC, sin tener que afectar al VO2máx en la misma proporción. 

Variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV)

Por último, en los últimos años ha aumentado la importancia de analizar la HRV en un deporte intermitente como el fútbol para examinar en detalle el comportamiento de la FC de recuperación ante diferentes tipos de estímulos. La HRV puede resultar muy interesante para detectar síntomas de sobrentremiento (2–4,6).

Conclusiones

  • La FC es un indicador válido para monitorizar la carga interna de entrenamiento en futbolistas, especialmente la FC de reserva. Sin embargo, puede resultar poco precisa para cuantificar la carga de entrenamiento. 
  • FC media: 165-175 ppm.
  • Rangos de FC en competición más habituales: 70-80% y 80-90% de la FCmáx.
  • VO2max: 52-68 ml · kg-1 · min-1. (Rango 70-80%)
  • La FC debe interpretarse de manera individualizada.
  • La FC debe valorarse por separado en cada una de las partes del partido (fatiga).

Visión personal y Aplicación Práctica

  • La FC es útil para establecer valores fisiológicos de referencia de la capacidad cardiovascular de cada jugador para saber si aparentemente están preparados para soportar las exigencias de competición. En función de los valores obtenidos, se podrían realizar sesiones de entrenamientos diferenciadas a las grupales cuando un jugador lo necesite. 
  • La FC no es útil para cuantificar la carga de entrenamiento en la que se producen todo tipo de acciones; sprints, cambios de dirección, saltos, choques.
  • Siempre que se utilice la FC como parámetro será para la realización de algún test específico sin balón y/o valorar el estado cardiovascular aeróbico del jugador (p.ej., determinar el umbral anaeróbico).

Referencias

  1. Ravé G, Fortrat J-O. Heart rate variability in the standing position reflects training adaptation in professional soccer players. Eur J Appl Physiol. 2016; 116(8): 1575–82.
  2. Proietti R, di Fronso S, Lucas AP, Bortoli L, Robazza C, Fabio YN, et al. Heart rate variability discriminates competitive levels in professional soccer players. J strength Cond Res. 2017; 31(6): 1719–25.
  3. Boullosa DA, Abreu L, Nakamura FY, Muñoz VE, Domínguez E, Leicht AS. Cardiac autonomic adaptations in elite Spanish soccer players during preseason. Int J Sports Physiol Perform. 2013; 8(4): 400–9.
  4. Naranjo J, De la Cruz B, Sarabia E, De Hoyo M, Dominguez-Cobo S. Two New Indexes for the Assessment of Autonomic Balance in Elite Soccer Players. Int J Sports Physiol Perform. 2015; 10(4): 452–7.
  5. Task Force of The European Society of Cardiology and The North American Society of Pacing and Electrophysiology. Heart rate variability, standards of measurement, physiological interpretation, and clinical use. Eur Heart J. 1996; 17: 354–81.
  6.   Naranjo J, De la Cruz B, Sarabia E, De Hoyo M, Domínguez-Cobo S. Heart Rate Variability: a Follow-up in Elite Soccer Players Throughout the Season. Int J Sports Med [Internet]. 2015; 36(11): 881–6.
  7. Mourot L, Bouhaddi M, Perrey S, Cappelle S, Henriet M-T, Wolf J-P, et al. Decrease in heart rate variability with overtraining: assessment by the Poincaré plot analysis. Clin Physiol Funct Imaging. 2004; 24(1): 10–8.
  8. Buchheit M, Racinais S, Bilsborough JC, Bourdon PC, Voss SC, Hocking J, et al. Monitoring fitness, fatigue and running performance during a pre-season training camp in elite football players. J Sci Med Sport. 2013; 16(6): 550–5.
  9. Bangsbo J, Mohr M, Krustrup P. Physical and metabolic demands of training and match-play in the elite football player. J Sports Sci. 2006; 24(7): 665–74.
  10. Alexandre D, da Silva CD, Hill-Haas S, Wong DP, Natali AJ, De Lima JRP, et al. Heart rate monitoring in soccer: interest and limits during competitive match play and training, practical application. J strength Cond Res. 2012; 26(10): 2890–906.
  11. Karvonen MJ, Kentala E, Mustala O. The effects of training on heart rate; a longitudinal study. Ann Med Exp Biol Fenn. 1957; 35(3): 307–15.
  12. Bangsbo J, Nørregaard L, Thorsø F. Activity profile of competition soccer. Can J Sport Sci. 1991; 16(2): 110–6.
  13. Stølen T, Chamari K, Castagna C, Wisløff U. Physiology of soccer: an update. Sports Med. 2005; 35(6): 501–36.
  14. Helgerud J, Engen LC, Wisloff U, Hoff J. Aerobic endurance training improves soccer performance. Med Sci Sports Exerc. 2001 Nov; 33(11): 1925–31.
  15. Suarez-Arrones L, Torreño N, Requena B, Sáez De Villarreal E, Casamichana D, Barbero-Alvarez JC, et al. Match-play activity profile in professional soccer players during official games and the relationship between external and internal load. J Sports Med Phys Fitness. 2015; 55(12): 1417–22.
  16. Owen AL, Forsyth JJ, Wong DP, Dellal A, Connelly SP, Chamari K. Heart Rate–Based Training Intensity and Its Impact on Injury Incidence Among Elite-Level Professional Soccer Players. J Strength Cond Res. 2015; 29(6): 1705–12.

Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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Este artículo ha sido realizado en base a las referencias reflejadas, otros estudios revisados no reflejados y según la experiencia y conocimiento del autor. De esta manera, pueden incluir opiniones e ideas subjetivas no contrastadas en la literatura. 

Influencia de la cuarentena ocasionada por el coronavirus a corto y largo plazo en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas de alto nivel

Influencia de la cuarentena ocasionada por el coronavirus a corto y largo plazo en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas de alto nivel

Recopilación de algunos de los aspectos considerados en el artículo que recientemente ha sido publicado en la revista Soccer & Society. (Pincha en la imagen para ir al sitio web)

Guerrero-Calderón B (2020) The effect of short-term and long-term coronavirus quarantine on physical performance and injury incidence in high-level soccer, Soccer & Society. DOI: 10.1080/14660970.2020.1772240

Con el presente artículo, he conseguido reunir la opinión de expertos en fútbol del más alto nivel reconocidos nacional e internacionalmente sobre la Influencia de la cuarentena (CRT) del coronavirus a corto plazo (CP) y largo plazo (LP) en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas profesionales, mediante el empleo de preguntas abiertas, en la que pudieran expresar su opinión sin restricciones. De esta manera, el texto pretende proporcionar al lector, ya sea preparador físico (PF), fisioterapeuta, entrenador de un equipo de niños o un aficionado al deporte, una recopilación y relación de los conocimientos extraídos de la extensa formación y experiencia de profesionales del área condicional en equipos de fútbol de primer nivel de todo el mundo junto con el conocimiento aportado por la ciencia, visto principalmente desde el enfoque de rendimiento físico y procurando darle la mayor aplicación práctica posible. Finalmente, se han creado unas recomendaciones de aplicación práctica que pueden resultar de utilidad.

Influencia en el rendimiento físico

Tras finalizar la CRT, la previsión de un calendario competitivo muy congestionado va a provocar la necesidad de optimizar el rendimiento físico de los jugadores tan pronto sea posible para poder afrontar las altas demandas físicas exigidas en la competición de alto nivel. Los expertos han informado que todos los jugadores cuentan con planes de entrenamiento individualizados para realizar en casa (PEC) durante la CRT, además de un plan de alimentación específico. No obstante, a pesar de que se espera que todos los jugadores actúen profesionalmente y realicen los PECs, coincidiendo con la literatura los expertos consideran que irremediablemente va a existir una disminución del rendimiento físico a CP y, por consiguiente, un aumento del riesgo de lesión (RL). Los expertos que han participado en este artículo consideraron que las principales consecuencias de la CRT a CP son los cambios negativos en la composición corporal (Torreño & Owen), una disminución de la capacidad cardiorrespiratoria de los jugadores (Aceña), y una disminución de la capacidad de producir fuerza, especialmente en las contracciones musculares y esfuerzos específicos de la actividad del fútbol (Campos, Jiménez Rubio & Djaoui).

Influencia en la incidencia de lesiones

En línea con la literatura, todos los expertos coinciden que las lesiones musculares serán las más habituales. En este sentido, el Dr. Owen considera que la mayoría de las lesiones se darán principalmente en movimientos reactivos durante los giros. Para el Dr. Torreño, los principales factores de riesgo van a ser la pérdida de masa muscular y de fuerza. En la tabla 1 se muestras las lesiones musculares que los expertos consideran serán las más habituales.  

Tipo lesión/localizaciónExpertos
Muscular – IsquiosuralesAceña, Campos, Sala, Torreño, Owen
Muscular – CuádricepsAceña, Campos, Jiménez Rubio, Sala, Torreño, Owen
Muscular – AductoresCampos, Sala, Owen
Muscular – SóleoJiménez Rubio, Owen
PubalgiaSala
TendinopatíasSala
ArticularesGranero
HerniasOwen
Tabla 1. Lesiones más frecuentes según la opinión de los expertos.

Lluis Sala cree que van a darse lesiones diferentes cuando el equipo vuelva a los entrenamientos y cuando empiece la competición: nada más volver a los entrenamientos; lesiones de la musculatura flexora y aductora de cadera y lesiones por sobreuso como tendinopatías o pubalgias. Por otro lado, una vez que empiece la competición, debido a un calendario de partidos muy congestionado, Sala apunta que aumentará la tasa de incidencia de lesiones musculares, sin apostar por una zona concreta. Basándome en la literatura, creo que existe un RL alto para las lesiones por sobreuso en la musculatura aductora de cadera y pubalgias a partir de la segunda o tercera semana si no se dispone de tiempo suficiente de preparación para hacer un aumento progresivo de la carga antes de empezar a competir. 

De forma similar, Ángel Aceña plantea dos posibles escenarios que cambiaría la epidemiología de lesiones: si el equipo no cuenta con suficiente tiempo de preparación antes de volver a competir las lesiones de isquiosurales serán las más frecuentes; si por el contrario los equipos pueden disponer de 3-4 semanas de preparación, la excesiva carga puede provocar un mayor número de lesiones en cuádriceps. 

Varios de los expertos han coincidido en que se debe conocer al detalle a los jugadores y realizar una monitorización exhaustiva día a día de la capacidad individual de adaptación a las cargas de entrenamiento y competición para saber cuáles son los jugadores mejor preparados para competir (Torreño, Jiménez Rubio, Granero, Sala & Djaoui). Para Ángel Aceña & el Dr. Torreño el mayor hándicap de los equipos no será recuperar el estado de forma, sino hacer frente a un calendario de partidos muy congestionado ya que dificultará los procesos de recuperación de los jugadores. Por lo tanto, la individualización de la carga, el control y dosificación de los minutos de juego de cada jugador y las rotaciones serán clave en la gestión de la carga por parte de los PFs (Aceña, Campos, Owen & Granero), especialmente para los equipos que también compiten a nivel internacional, p.ej., UEFA Champions League o Europa League (Jiménez Rubio).

Relación rendimiento físico y riesgo de lesión

La Figura 1 muestra una interpretación subjetiva de la relación del rendimiento físico, la capacidad de soportar carga y el riesgo de lesiones, antes de la CRT (Pre-RL) y al volver a los entrenamientos tras la CRT (Post-RL). Primeramente, es importante destacar que más carga no implica necesariamente obtener un mejor rendimiento físico. Sin embargo, es bien sabido que las altas demandas físicas en el fútbol de alto nivel precisan una excelente capacidad física de los jugadores para hacer frente a las exigencias de la competición (Bradley et al., 2016). Por ende, los jugadores que cuenten con buena condición física (curva RF) serán ser capaces de soportar cargas muy altas con menor riesgo de lesionarse. Cuando se va aumentando la carga con objeto de mejorar la condición física, existe un ‘punto relativo’ de la carga, que a día de hoy no se puede saber el valor exacto ya que hay una multitud de factores que pueden afectar como la carga acumulada (S. Malone et al., 2017), tipo de actividad o intensidad (Martín-García, Gómez Díaz, Bradley, Morera, & Casamichana, 2018; Owen, Djaoui, Newton, Malone, & Mendes, 2017), estado anímico y calidad del sueño (Carling et al., 2018), fatiga previa (Bradley & Noakes, 2013) o factores contextuales (Andrzejewski, Chmura, Konefał, Kowalczuk, & Chmura, 2017; Brito, Hertzog, & Nassis, 2016; Curtis et al., 2019; Rago, Rebelo, Krustrup, & Mohr, 2019), por citar unos pocos; en el que se produce un aumento exponencial del RL. Además, aumentos rápidos o excesivos de la carga podrían implicar un aumento considerable del RL. De esta manera, el periodo sin entrenar de la CRT puede provocar un déficit (representado con el área sombreado en gris) de la capacidad de soportar una mayor carga (Gabbett, 2016), y aumentar el RL (representado con el desplazamiento hacia la izquierda la curva del RL [Post-RL]). Con el incremento progresivo se consigue una mayor capacidad de soportar cargas reduciendo así el déficit creado durante la CRT y consecuentemente mejorando el rendimiento físico y disminuyendo el RL (allanamiento y desplazamiento a la derecha de la curva Post-RL a Pre-RL). Para intentar minimizar el desplazamiento de la curva hacia la izquierda y, por tanto, que se produzca un menor déficit de la carga que son capaces de soportar los jugadores sin que suponga un aumento exponencial del RL, los jugadores deberían conseguir durante la CRT mantener un nivel de fuerza adecuado, principalmente en el tren inferior, para mitigar el daño muscular que se producirá cuando vuelvan a la actividad (Torreño). 

Figura 1. Interpretación subjetiva de la relación rendimiento físico (RF), capacidad de soportar carga y riesgo de lesión antes (Pre-RL) y después de la cuarentena (Post-RL). (WL1: Rendimiento físico máximo sin que se produzca un crecimiento exponencial del RL antes de la cuarentena; WL2: Rendimiento físico máximo sin que se produzca un crecimiento exponencial del RL tras la vuelta a los entrenamientos después de la cuarentena).

Vuelta al entrenamiento

Existen diversas opiniones en referencia al punto de partida tras la CRT: empezar entorno a un 50-60% de la carga (Dr. Owen); empezar con “la mínima dosis de entrenamiento efectiva” e ir generando adaptaciones progresivas (Aceña & Jiménez Rubio); and otros expertos consideran que lo primero que hay que hacer tras volver a los entrenamientos del equipo es evaluar la capacidad física de los jugadores (Djaoui, Jiménez Rubio & Sala). 

Por otro lado, hay expertos que consideran que las sesiones de entrenamiento colectivas al finalizar la CRT deberían estar completamente contextualizadas al juego desde un principio e integrar los objetivos condicionales en las propias tareas (Torreño & Campos). De esta manera, además de mejorar el rendimiento físico de los jugadores al generar nuevas adaptaciones musculares específicas del juego, disminuirá el RL (Akenhead & Nassis, 2016; J. Malone et al., 2015; Owen et al., 2017) y aumentará la capacidad de recuperación (Akenhead & Nassis, 2016; J. Malone et al., 2015; Owen et al., 2017). No obstante, los jugadores deberían realizar sesiones de entrenamiento coadyuvantes de forma individualizada externamente a los entrenamientos del equipo para potenciar las posibles debilidades y facilitar el proceso de recuperación.

Afectación a largo plazo

Existen muchas dudas sobre cómo afectará esta CRT a LP (Jiménez Rubio, Granero, Sala, Torreño & Djaoui). Para el Dr. Jiménez Rubio lo primordial actualmente es valorar cómo ha afectado la CRT a los jugadores para diseñar los planes de trabajo individuales pertinentes con el objeto prevenir lesiones a CP. Posteriormente se podrán manejar diferentes contextos para prevenir a LP. Finalmente, la gestión del aspecto psicológico de los jugadores va a resultar de importancia trascendental (Granero, Djaoui & Jiménez Rubio).

Conclusiones y recomendaciones

  • La CRT va a tener una gran afectación en el rendimiento físico de los jugadores. Además, también se espera una disminución del rendimiento técnico-táctico y del ritmo de juego debido a la descontextualización durante este periodo. 
  • Todos los expertos participantes coinciden en la necesidad de tener un mínimo de 3 semanas de entrenamiento previo antes de competición. 
  • Será necesario dosificar los minutos de los jugadores en competición, realizando las rotaciones oportunas. En este sentido, sería interesante la posibilidad de poder realizar un mayor número sustituciones durante el partido para poder afrontar la competición con menor RL.
  • No se deberían tomar los datos de los jugadores previos a la CRT para utilizarlos como valor de referencia (p.ej., como carga acumulada).
  • Los PECs deben estar focalizados principalmente en el entrenamiento de alta intensidad y de fuerza y potencia. 
  • Es muy importante incluir entrenamiento excéntrico dentro del programa de fuerza para reducir el daño muscular a la vuelta de los entrenamientos. 
  • Según la opinión de los expertos, las lesiones musculares de isquiosurales y cuádriceps van a ser las que cuenten con mayor incidencia. Además, las lesiones por sobreuso de aductores y pubalgias podrían contar también con una gran incidencia si se realizan rápidos incrementos de la carga.
  • La falta de actividad propia del fútbol (actividad de alta intensidad, sprints, aceleraciones y desaceleraciones, entre otros) y de golpeo de balón durante la CRT son los principales factores de riesgo de lesión.
  • El papel del staff técnico va a resultar determinante en la gestión de las cargas ante un calendario competitivo de gran densidad. 
  • Algunos expertos consideran que el estado psicológico y anímico de los jugadores va verse afectado debido a la gran presión a la que van a ser sometidos los jugadores.

Agradecimientos

Quiero agradecer a los grandes profesionales dedicados a la optimización del rendimiento físico y/o la readaptación de lesiones: Ángel Aceña, Dr. Campos, Dr. Jiménez Rubio, Paulino Granero, Lluis Sala, Dr. Torreño, Dr. Djaoui y Dr. Owen; que han querido colaborar en este artículo con su excelente aportación de conocimientos y dilatada experiencia en el fútbol de alto nivel. 

Referencias (sólo en texto)

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Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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La información de este post ha sido extraída del artículo publicado en Soccer & Society.

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