Análisis de la Frecuencia Cardiaca en el fútbol: establecimiento de valores de referencia

Análisis de la Frecuencia Cardiaca en el fútbol: establecimiento de valores de referencia

En este artículo voy a hacer un análisis resumido de una de los parámetros fisiológicos más utilizados en la monitorización de la carga interna en el fútbol: la frecuencia cardiaca (FC). 

Como ya sabemos, el fútbol es un deporte de naturaleza intermitente caracterizado por una alternancia entre periodos de recuperación con ciclos activos (CA) aeróbicos o anaeróbicos aleatorios (1). Durante estos ciclos activos se pueden dar diferentes acciones de lucha, aceleraciones, saltos o cambios de dirección, entre otros, que implican la intervención del Sistema Nervioso Autónomo (SNA) para proporcionar respuestas activas de carácter simpático. No obstante, conseguir un buen nivel de actividad parasimpática o vagal en los periodos de reposo ayudará a mejorar la recuperación entre esfuerzos o CA. En este sentido, existen multitud de autores que concluyen que monitorizar la FC es un método adecuado de valoración del estado físico y nivel de fatiga (2–8), permitiendo una estimación indirecta de la producción de energía aeróbica, aunque no anaeróbica (9).

A lo largo de los años la gran mayoría de estudios ha basado el análisis y monitorización de la FC en función de la FC máxima (FCmáx) para establecer lor perfiles fisiológicos de los jugadores. Sin embargo, la FC expresada en el porcentaje de la FC de reserva (%FCres) ofrece resultados más precisos (10). Se calcula de la siguiente manera (11): 

%FCres = [(FC media ejercicio – FC reposo) / (FCmáx – FC reposo) x 100]

Ya que cálculo del %FCres tiene en consideración las variaciones del biorritmo, lo que consecuentemente permite la comparación entre jugadores de la respuesta de la FC ante diferentes tipos de actividad o sesiones de entrenamiento.

Valores de la FC en Competición

Tras una extensa revisión de la literatura, recojo los valores principales:

  • FC media: 165 a 175 ppm (10).
  • Rango intensidad FC: 80-90% FCmáx (12,13).
  • 37% de la duración total del partido: rangos del 70-80% y del 80-90% FCmáx (14).

La bibliografía no muestra diferencias en estos valores según el nivel o categoría. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la respuesta de la FC debe relacionarse con la edad, sexo y estado físico de los jugadores (9) ya que pueden existir diferencias en los tiempos de recuperación entre esfuerzos de alta intensidad. Por ejemplo, los jugadores pueden presentar un porcentaje de la FCmáx más alto si están en un bajo nivel de forma física o si el Umbral anaeróbico no está bien establecido por ser más joven. 

Fatiga acumulada

Es importante analizar e interpretar la FC de los jugadores en cada una de las dos partes del partido ya que la intensidad, expresado en porcentaje de la FCmáx, es menor en la segunda parte respecto a la primera como consecuencia de la fatiga acumulada a lo largo del partido (14). Este autor mostró que en la 2ª parte los jugadores están menos tiempo en rangos del 85 al 90% de la FCmáx y un mayor tiempo utilizado en rangos de menor intensidad (75-80% FCmáx). Además, en función de la posición, estilo de juego o características individuales los jugadores muestran una FC media diferente (15). En este sentido, hay autores que concluyen que la FCmáx no es el mejor indicador para valorar la intensidad en el fútbol ya que no tiene en consideración las diferentes repuestas de la FC (10). Aunque dos jugadores tengan la misma FCmáx, pueden presentar diferente FC en reposo, lo que provocará respuestas diferentes durante un partido.

FC por posición de juego

Generalmente los centrocampistas presentan los valores más altos y los defensas centrales los más bajos como consecuencia de la función táctica de cada posición en la forma de juego del fútbol moderno (10). Desde un punto de vista técnico-táctico, los centrocampistas están involucrados tanto en acciones de juego defensivas como ofensivas, por lo que necesitan una mayor capacidad aeróbica para que les posibilite una continua participación en el juego (13). No obstante, como se ha comentado anteriormente el sistema de juego desarrollado por el equipo o las características individuales afectarán en las respuestas de la FC de los jugadores. 

Volumen de Oxígeno máximo consumido (VO2max)

Los valores de FC están estrechamente relacionados con el VO2max. La intensidad media de un futbolista profesional adulto va del 70 al 80% VO2max durante un partido (13). Los futbolistas de primer nivel están en un rango de VO2max de 52-68 ml · kg-1 · min-1 (16). 

Sin embargo, hay que tener en consideración que el tipo de recuperación (activa o pasiva) y el tipo de esfuerzo durante un ejercicio intermitente de corta duración modificará la respuesta de la FC. Aunque las aceleraciones, desaceleraciones o los cambios de dirección tienen un gran efecto sobre la FC, el análisis de la FC no refleja los cambios en el metabolismo anaeróbico (10). Otros factores como la actividad hormonal, las condiciones ambientales o las condiciones del terreno de juego también pueden alterar el comportamiento de la FC, sin tener que afectar al VO2máx en la misma proporción. 

Variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV)

Por último, en los últimos años ha aumentado la importancia de analizar la HRV en un deporte intermitente como el fútbol para examinar en detalle el comportamiento de la FC de recuperación ante diferentes tipos de estímulos. La HRV puede resultar muy interesante para detectar síntomas de sobrentremiento (2–4,6).

Conclusiones

  • La FC es un indicador válido para monitorizar la carga interna de entrenamiento en futbolistas, especialmente la FC de reserva. Sin embargo, puede resultar poco precisa para cuantificar la carga de entrenamiento. 
  • FC media: 165-175 ppm.
  • Rangos de FC en competición más habituales: 70-80% y 80-90% de la FCmáx.
  • VO2max: 52-68 ml · kg-1 · min-1. (Rango 70-80%)
  • La FC debe interpretarse de manera individualizada.
  • La FC debe valorarse por separado en cada una de las partes del partido (fatiga).

Visión personal y Aplicación Práctica

  • La FC es útil para establecer valores fisiológicos de referencia de la capacidad cardiovascular de cada jugador para saber si aparentemente están preparados para soportar las exigencias de competición. En función de los valores obtenidos, se podrían realizar sesiones de entrenamientos diferenciadas a las grupales cuando un jugador lo necesite. 
  • La FC no es útil para cuantificar la carga de entrenamiento en la que se producen todo tipo de acciones; sprints, cambios de dirección, saltos, choques.
  • Siempre que se utilice la FC como parámetro será para la realización de algún test específico sin balón y/o valorar el estado cardiovascular aeróbico del jugador (p.ej., determinar el umbral anaeróbico).

Referencias

  1. Ravé G, Fortrat J-O. Heart rate variability in the standing position reflects training adaptation in professional soccer players. Eur J Appl Physiol. 2016; 116(8): 1575–82.
  2. Proietti R, di Fronso S, Lucas AP, Bortoli L, Robazza C, Fabio YN, et al. Heart rate variability discriminates competitive levels in professional soccer players. J strength Cond Res. 2017; 31(6): 1719–25.
  3. Boullosa DA, Abreu L, Nakamura FY, Muñoz VE, Domínguez E, Leicht AS. Cardiac autonomic adaptations in elite Spanish soccer players during preseason. Int J Sports Physiol Perform. 2013; 8(4): 400–9.
  4. Naranjo J, De la Cruz B, Sarabia E, De Hoyo M, Dominguez-Cobo S. Two New Indexes for the Assessment of Autonomic Balance in Elite Soccer Players. Int J Sports Physiol Perform. 2015; 10(4): 452–7.
  5. Task Force of The European Society of Cardiology and The North American Society of Pacing and Electrophysiology. Heart rate variability, standards of measurement, physiological interpretation, and clinical use. Eur Heart J. 1996; 17: 354–81.
  6.   Naranjo J, De la Cruz B, Sarabia E, De Hoyo M, Domínguez-Cobo S. Heart Rate Variability: a Follow-up in Elite Soccer Players Throughout the Season. Int J Sports Med [Internet]. 2015; 36(11): 881–6.
  7. Mourot L, Bouhaddi M, Perrey S, Cappelle S, Henriet M-T, Wolf J-P, et al. Decrease in heart rate variability with overtraining: assessment by the Poincaré plot analysis. Clin Physiol Funct Imaging. 2004; 24(1): 10–8.
  8. Buchheit M, Racinais S, Bilsborough JC, Bourdon PC, Voss SC, Hocking J, et al. Monitoring fitness, fatigue and running performance during a pre-season training camp in elite football players. J Sci Med Sport. 2013; 16(6): 550–5.
  9. Bangsbo J, Mohr M, Krustrup P. Physical and metabolic demands of training and match-play in the elite football player. J Sports Sci. 2006; 24(7): 665–74.
  10. Alexandre D, da Silva CD, Hill-Haas S, Wong DP, Natali AJ, De Lima JRP, et al. Heart rate monitoring in soccer: interest and limits during competitive match play and training, practical application. J strength Cond Res. 2012; 26(10): 2890–906.
  11. Karvonen MJ, Kentala E, Mustala O. The effects of training on heart rate; a longitudinal study. Ann Med Exp Biol Fenn. 1957; 35(3): 307–15.
  12. Bangsbo J, Nørregaard L, Thorsø F. Activity profile of competition soccer. Can J Sport Sci. 1991; 16(2): 110–6.
  13. Stølen T, Chamari K, Castagna C, Wisløff U. Physiology of soccer: an update. Sports Med. 2005; 35(6): 501–36.
  14. Helgerud J, Engen LC, Wisloff U, Hoff J. Aerobic endurance training improves soccer performance. Med Sci Sports Exerc. 2001 Nov; 33(11): 1925–31.
  15. Suarez-Arrones L, Torreño N, Requena B, Sáez De Villarreal E, Casamichana D, Barbero-Alvarez JC, et al. Match-play activity profile in professional soccer players during official games and the relationship between external and internal load. J Sports Med Phys Fitness. 2015; 55(12): 1417–22.
  16. Owen AL, Forsyth JJ, Wong DP, Dellal A, Connelly SP, Chamari K. Heart Rate–Based Training Intensity and Its Impact on Injury Incidence Among Elite-Level Professional Soccer Players. J Strength Cond Res. 2015; 29(6): 1705–12.

Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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Este artículo ha sido realizado en base a las referencias reflejadas, otros estudios revisados no reflejados y según la experiencia y conocimiento del autor. De esta manera, pueden incluir opiniones e ideas subjetivas no contrastadas en la literatura. 

Influencia de la cuarentena ocasionada por el coronavirus a corto y largo plazo en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas de alto nivel

Influencia de la cuarentena ocasionada por el coronavirus a corto y largo plazo en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas de alto nivel

Recopilación de algunos de los aspectos considerados en el artículo que recientemente ha sido publicado en la revista Soccer & Society. (Pincha en la imagen para ir al sitio web)

Guerrero-Calderón B (2020) The effect of short-term and long-term coronavirus quarantine on physical performance and injury incidence in high-level soccer, Soccer & Society. DOI: 10.1080/14660970.2020.1772240

Con el presente artículo, he conseguido reunir la opinión de expertos en fútbol del más alto nivel reconocidos nacional e internacionalmente sobre la Influencia de la cuarentena (CRT) del coronavirus a corto plazo (CP) y largo plazo (LP) en el rendimiento físico y la incidencia de lesiones en futbolistas profesionales, mediante el empleo de preguntas abiertas, en la que pudieran expresar su opinión sin restricciones. De esta manera, el texto pretende proporcionar al lector, ya sea preparador físico (PF), fisioterapeuta, entrenador de un equipo de niños o un aficionado al deporte, una recopilación y relación de los conocimientos extraídos de la extensa formación y experiencia de profesionales del área condicional en equipos de fútbol de primer nivel de todo el mundo junto con el conocimiento aportado por la ciencia, visto principalmente desde el enfoque de rendimiento físico y procurando darle la mayor aplicación práctica posible. Finalmente, se han creado unas recomendaciones de aplicación práctica que pueden resultar de utilidad.

Influencia en el rendimiento físico

Tras finalizar la CRT, la previsión de un calendario competitivo muy congestionado va a provocar la necesidad de optimizar el rendimiento físico de los jugadores tan pronto sea posible para poder afrontar las altas demandas físicas exigidas en la competición de alto nivel. Los expertos han informado que todos los jugadores cuentan con planes de entrenamiento individualizados para realizar en casa (PEC) durante la CRT, además de un plan de alimentación específico. No obstante, a pesar de que se espera que todos los jugadores actúen profesionalmente y realicen los PECs, coincidiendo con la literatura los expertos consideran que irremediablemente va a existir una disminución del rendimiento físico a CP y, por consiguiente, un aumento del riesgo de lesión (RL). Los expertos que han participado en este artículo consideraron que las principales consecuencias de la CRT a CP son los cambios negativos en la composición corporal (Torreño & Owen), una disminución de la capacidad cardiorrespiratoria de los jugadores (Aceña), y una disminución de la capacidad de producir fuerza, especialmente en las contracciones musculares y esfuerzos específicos de la actividad del fútbol (Campos, Jiménez Rubio & Djaoui).

Influencia en la incidencia de lesiones

En línea con la literatura, todos los expertos coinciden que las lesiones musculares serán las más habituales. En este sentido, el Dr. Owen considera que la mayoría de las lesiones se darán principalmente en movimientos reactivos durante los giros. Para el Dr. Torreño, los principales factores de riesgo van a ser la pérdida de masa muscular y de fuerza. En la tabla 1 se muestras las lesiones musculares que los expertos consideran serán las más habituales.  

Tipo lesión/localizaciónExpertos
Muscular – IsquiosuralesAceña, Campos, Sala, Torreño, Owen
Muscular – CuádricepsAceña, Campos, Jiménez Rubio, Sala, Torreño, Owen
Muscular – AductoresCampos, Sala, Owen
Muscular – SóleoJiménez Rubio, Owen
PubalgiaSala
TendinopatíasSala
ArticularesGranero
HerniasOwen
Tabla 1. Lesiones más frecuentes según la opinión de los expertos.

Lluis Sala cree que van a darse lesiones diferentes cuando el equipo vuelva a los entrenamientos y cuando empiece la competición: nada más volver a los entrenamientos; lesiones de la musculatura flexora y aductora de cadera y lesiones por sobreuso como tendinopatías o pubalgias. Por otro lado, una vez que empiece la competición, debido a un calendario de partidos muy congestionado, Sala apunta que aumentará la tasa de incidencia de lesiones musculares, sin apostar por una zona concreta. Basándome en la literatura, creo que existe un RL alto para las lesiones por sobreuso en la musculatura aductora de cadera y pubalgias a partir de la segunda o tercera semana si no se dispone de tiempo suficiente de preparación para hacer un aumento progresivo de la carga antes de empezar a competir. 

De forma similar, Ángel Aceña plantea dos posibles escenarios que cambiaría la epidemiología de lesiones: si el equipo no cuenta con suficiente tiempo de preparación antes de volver a competir las lesiones de isquiosurales serán las más frecuentes; si por el contrario los equipos pueden disponer de 3-4 semanas de preparación, la excesiva carga puede provocar un mayor número de lesiones en cuádriceps. 

Varios de los expertos han coincidido en que se debe conocer al detalle a los jugadores y realizar una monitorización exhaustiva día a día de la capacidad individual de adaptación a las cargas de entrenamiento y competición para saber cuáles son los jugadores mejor preparados para competir (Torreño, Jiménez Rubio, Granero, Sala & Djaoui). Para Ángel Aceña & el Dr. Torreño el mayor hándicap de los equipos no será recuperar el estado de forma, sino hacer frente a un calendario de partidos muy congestionado ya que dificultará los procesos de recuperación de los jugadores. Por lo tanto, la individualización de la carga, el control y dosificación de los minutos de juego de cada jugador y las rotaciones serán clave en la gestión de la carga por parte de los PFs (Aceña, Campos, Owen & Granero), especialmente para los equipos que también compiten a nivel internacional, p.ej., UEFA Champions League o Europa League (Jiménez Rubio).

Relación rendimiento físico y riesgo de lesión

La Figura 1 muestra una interpretación subjetiva de la relación del rendimiento físico, la capacidad de soportar carga y el riesgo de lesiones, antes de la CRT (Pre-RL) y al volver a los entrenamientos tras la CRT (Post-RL). Primeramente, es importante destacar que más carga no implica necesariamente obtener un mejor rendimiento físico. Sin embargo, es bien sabido que las altas demandas físicas en el fútbol de alto nivel precisan una excelente capacidad física de los jugadores para hacer frente a las exigencias de la competición (Bradley et al., 2016). Por ende, los jugadores que cuenten con buena condición física (curva RF) serán ser capaces de soportar cargas muy altas con menor riesgo de lesionarse. Cuando se va aumentando la carga con objeto de mejorar la condición física, existe un ‘punto relativo’ de la carga, que a día de hoy no se puede saber el valor exacto ya que hay una multitud de factores que pueden afectar como la carga acumulada (S. Malone et al., 2017), tipo de actividad o intensidad (Martín-García, Gómez Díaz, Bradley, Morera, & Casamichana, 2018; Owen, Djaoui, Newton, Malone, & Mendes, 2017), estado anímico y calidad del sueño (Carling et al., 2018), fatiga previa (Bradley & Noakes, 2013) o factores contextuales (Andrzejewski, Chmura, Konefał, Kowalczuk, & Chmura, 2017; Brito, Hertzog, & Nassis, 2016; Curtis et al., 2019; Rago, Rebelo, Krustrup, & Mohr, 2019), por citar unos pocos; en el que se produce un aumento exponencial del RL. Además, aumentos rápidos o excesivos de la carga podrían implicar un aumento considerable del RL. De esta manera, el periodo sin entrenar de la CRT puede provocar un déficit (representado con el área sombreado en gris) de la capacidad de soportar una mayor carga (Gabbett, 2016), y aumentar el RL (representado con el desplazamiento hacia la izquierda la curva del RL [Post-RL]). Con el incremento progresivo se consigue una mayor capacidad de soportar cargas reduciendo así el déficit creado durante la CRT y consecuentemente mejorando el rendimiento físico y disminuyendo el RL (allanamiento y desplazamiento a la derecha de la curva Post-RL a Pre-RL). Para intentar minimizar el desplazamiento de la curva hacia la izquierda y, por tanto, que se produzca un menor déficit de la carga que son capaces de soportar los jugadores sin que suponga un aumento exponencial del RL, los jugadores deberían conseguir durante la CRT mantener un nivel de fuerza adecuado, principalmente en el tren inferior, para mitigar el daño muscular que se producirá cuando vuelvan a la actividad (Torreño). 

Figura 1. Interpretación subjetiva de la relación rendimiento físico (RF), capacidad de soportar carga y riesgo de lesión antes (Pre-RL) y después de la cuarentena (Post-RL). (WL1: Rendimiento físico máximo sin que se produzca un crecimiento exponencial del RL antes de la cuarentena; WL2: Rendimiento físico máximo sin que se produzca un crecimiento exponencial del RL tras la vuelta a los entrenamientos después de la cuarentena).

Vuelta al entrenamiento

Existen diversas opiniones en referencia al punto de partida tras la CRT: empezar entorno a un 50-60% de la carga (Dr. Owen); empezar con “la mínima dosis de entrenamiento efectiva” e ir generando adaptaciones progresivas (Aceña & Jiménez Rubio); and otros expertos consideran que lo primero que hay que hacer tras volver a los entrenamientos del equipo es evaluar la capacidad física de los jugadores (Djaoui, Jiménez Rubio & Sala). 

Por otro lado, hay expertos que consideran que las sesiones de entrenamiento colectivas al finalizar la CRT deberían estar completamente contextualizadas al juego desde un principio e integrar los objetivos condicionales en las propias tareas (Torreño & Campos). De esta manera, además de mejorar el rendimiento físico de los jugadores al generar nuevas adaptaciones musculares específicas del juego, disminuirá el RL (Akenhead & Nassis, 2016; J. Malone et al., 2015; Owen et al., 2017) y aumentará la capacidad de recuperación (Akenhead & Nassis, 2016; J. Malone et al., 2015; Owen et al., 2017). No obstante, los jugadores deberían realizar sesiones de entrenamiento coadyuvantes de forma individualizada externamente a los entrenamientos del equipo para potenciar las posibles debilidades y facilitar el proceso de recuperación.

Afectación a largo plazo

Existen muchas dudas sobre cómo afectará esta CRT a LP (Jiménez Rubio, Granero, Sala, Torreño & Djaoui). Para el Dr. Jiménez Rubio lo primordial actualmente es valorar cómo ha afectado la CRT a los jugadores para diseñar los planes de trabajo individuales pertinentes con el objeto prevenir lesiones a CP. Posteriormente se podrán manejar diferentes contextos para prevenir a LP. Finalmente, la gestión del aspecto psicológico de los jugadores va a resultar de importancia trascendental (Granero, Djaoui & Jiménez Rubio).

Conclusiones y recomendaciones

  • La CRT va a tener una gran afectación en el rendimiento físico de los jugadores. Además, también se espera una disminución del rendimiento técnico-táctico y del ritmo de juego debido a la descontextualización durante este periodo. 
  • Todos los expertos participantes coinciden en la necesidad de tener un mínimo de 3 semanas de entrenamiento previo antes de competición. 
  • Será necesario dosificar los minutos de los jugadores en competición, realizando las rotaciones oportunas. En este sentido, sería interesante la posibilidad de poder realizar un mayor número sustituciones durante el partido para poder afrontar la competición con menor RL.
  • No se deberían tomar los datos de los jugadores previos a la CRT para utilizarlos como valor de referencia (p.ej., como carga acumulada).
  • Los PECs deben estar focalizados principalmente en el entrenamiento de alta intensidad y de fuerza y potencia. 
  • Es muy importante incluir entrenamiento excéntrico dentro del programa de fuerza para reducir el daño muscular a la vuelta de los entrenamientos. 
  • Según la opinión de los expertos, las lesiones musculares de isquiosurales y cuádriceps van a ser las que cuenten con mayor incidencia. Además, las lesiones por sobreuso de aductores y pubalgias podrían contar también con una gran incidencia si se realizan rápidos incrementos de la carga.
  • La falta de actividad propia del fútbol (actividad de alta intensidad, sprints, aceleraciones y desaceleraciones, entre otros) y de golpeo de balón durante la CRT son los principales factores de riesgo de lesión.
  • El papel del staff técnico va a resultar determinante en la gestión de las cargas ante un calendario competitivo de gran densidad. 
  • Algunos expertos consideran que el estado psicológico y anímico de los jugadores va verse afectado debido a la gran presión a la que van a ser sometidos los jugadores.

Agradecimientos

Quiero agradecer a los grandes profesionales dedicados a la optimización del rendimiento físico y/o la readaptación de lesiones: Ángel Aceña, Dr. Campos, Dr. Jiménez Rubio, Paulino Granero, Lluis Sala, Dr. Torreño, Dr. Djaoui y Dr. Owen; que han querido colaborar en este artículo con su excelente aportación de conocimientos y dilatada experiencia en el fútbol de alto nivel. 

Referencias (sólo en texto)

  • Akenhead, R., & Nassis, G. P. (2016). Training Load and Player Monitoring in High-Level Football: Current Practice and Perceptions. International Journal of Sports Physiology and Performance, 11(5), 587–593.
  • Andrzejewski, M., Chmura, P., Konefał, M., Kowalczuk, E., & Chmura, J. (2017). Match outcome and sprinting activities in match play by elite German soccer players. The Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, 58(6), 785–792.
  • Bradley, P. S., Archer, D. T., Hogg, B., Schuth, G., Bush, M., Carling, C., & Barnes, C. (2016). Tier-specific evolution of match performance characteristics in the English Premier League: it’s getting tougher at the top. Journal of Sports Sciences, 34(10), 980–987.
  • Bradley, P. S., & Noakes, T. D. (2013). Match running performance fluctuations in elite soccer: Indicative of fatigue, pacing or situational influences? Journal of Sports Sciences, 31(15), 1627–1638.
  • Brito, J., Hertzog, M., & Nassis, G. P. (2016). Do Match-Related Contextual Variables Influence Training Load in Highly Trained Soccer Players? Journal of Strength and Conditioning Research, 30(2), 393–399.
  • Carling, C., Lacome, M., McCall, A., Dupont, G., Le Gall, F., Simpson, B., & Buchheit, M. (2018). Monitoring of Post-match Fatigue in Professional Soccer: Welcome to the Real World. Sports Medicine, 48(12), 2695–2702.
  • Curtis, R. M., Huggins, R. A., Benjamin, C. L., Sekiguchi, Y., Adams, W. M., Arent, S. M., … Casa, D. J. (2019). Contextual Factors Influencing External and Internal Training Loads in Collegiate Menʼs Soccer. Journal of Strength and Conditioning Research, 1.
  • Gabbett, T. J. (2016). The training—injury prevention paradox: should athletes be training smarter and harder? British Journal of Sports Medicine, 50(5), 273–280.
  • Malone, J., Di Michele, R., Morgans, R., Burgess, D., Morton, J., & Drust, B. (2015). Seasonal training-load quantification in elite English premier league soccer players. International Journal of Sports Physiology and Performance, 10(4), 489–497.
  • Malone, S., Owen, A. L., Mendes, B., Hughes, B., Collins, K., & Gabbett, T. J. (2017). High-speed running and sprinting as an injury risk factor in soccer: Can well-developed physical qualities reduce the risk? Journal of Science and Medicine in Sport, 21(3), 257–262.
  • Martín-García, A., Gómez Díaz, A., Bradley, P. S., Morera, F., & Casamichana, D. (2018). Quantification of a professional football team’s external load using a microcycle structure. Journal of Strength and Conditioning Research, 32(12), 3511–3518.
  • Owen, A. L., Djaoui, L., Newton, M., Malone, S., & Mendes, B. (2017). A contemporary multi-modal mechanical approach to training monitoring in elite professional soccer. Science and Medicine in Football, 3938(July), 1–6.
  • Rago, V., Rebelo, A., Krustrup, P., & Mohr, M. (2019). Contextual Variables and Training Load Throughout a Competitive Period in a Top-Level Male Soccer Team. Journal of Strength and Conditioning Research, (25), 1.

Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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La información de este post ha sido extraída del artículo publicado en Soccer & Society.

Epidemiología de lesiones en el fútbol

Epidemiología de lesiones en el fútbol

Con este artículo pretendo ofrecer un análisis resumido y una guía de la epidemiología de lesiones en el fútbol.

El fútbol es un deporte de interacción complejo, caracterizado por la alternancia de esfuerzos de alta intensidad, que implica una tasa de incidencia de lesiones alta (1–3). En los últimos años ha aumentado la exigencia física en competición, convirtiéndose en un juego cada vez más agresivo que requiere un mayor nivel condicional de los jugadores para soportar las altas exigencias de la competición (4,5). Además, si consideramos el elevado número de partidos que juegan los equipos profesionales de fútbol, jugando con 2 partidos semanales durante gran parte de la temporada (unos 60 y 70 por temporada), es lógico entender el alto riesgo de lesión al que quedan expuestos los jugadores durante su práctica (1,3). En este sentido, existen estudios que muestran que, aunque un periodo de recuperación entre 72 y 96 horas se puede mantener un rendimiento físico adecuado, no es suficiente tiempo para mantener una tasa de lesiones baja (6). Por otro lado, la edad del jugador, la carga de entrenamiento (TL), el nivel de la competición y el tipo de entrenamiento son algunos de los principales factores de riesgo de lesión (3). 

En la revisión sistemática y meta-análisis realizada por Pfirrmann et al. (3) con jugadores profesionales de fútbol junior y élite se muestra una incidencia total de 2.0 a 19.4 lesiones por cada 1000 horas de práctica en jugadores junior; y de 2.5 a 9.4 lesiones por cada 1000 horas en futbolistas de alto nivel adultos, dándose el mayor número de lesiones en competición. Ekstrand et al. (1) concluye que en cada equipo se producen unas 50 lesiones por temporada, 2 por jugador. De esas lesiones, un 57% se producen en partido, frente a un 43% en entrenamiento. 

Conclusiones principales

Las principales consideraciones a tener en cuenta extraídas de los estudios revisados respecto al análisis epidemiológico en el fútbol son:

  • Se produce un mayor número de lesiones en partido en comparación con entrenamiento. 
  • El tipo de lesión más común es la rotura muscular, el esguince de ligamentos y la contusión
  • Las lesiones musculares representan el 30% del total de las lesiones.
  • La zona del cuerpo más lesionada es el muslo en todas las categorías (junior y adulto). A ésta le siguen la rodilla, el tobillo y la cadera/pubis. Además, la edad no afecta a este patrón de lesión.
  • Las roturas musculares en el muslo representar el 17% de la incidencia lesiva, con 7 de cada 10 siendo en los isquios.
    • Isquiosurales: 12%
    • Cuádriceps: 5% 
  • Otras lesiones:
    • Dolor/rotura de aductores: 9%
    • Esguince de tobillo: 7%
    • Esguince de ligamento lateral interno (LLI) de rodilla: 5%
  • La gran incidencia de rotura de isquios refleja la alta intensidad que se produce en el fútbol profesional.
  • Las lesiones por sobreuso produjeron del 27 al 33% del total de lesiones. Estas lesiones por sobreuso son causadas por un estrés repetitivo en el que no se ha tenido suficiente tiempo de recuperación para llevar a cabo el proceso natural regenerativo. 
  • 2/3 de las lesiones son lesiones por trauma: 81% en partido y 59% en entrenamiento. 
  • Las lesiones más severas, esto es, que requieren largos periodos de recuperación y RTP, son principalmente producidas en competición. 
  • Las lesiones severas más comunes son:
    • Rotura muscular isquios (12%)
    • Esguince LLI rodilla (9%)
    • Rotura muscular cuádriceps (7%)
    • Dolor/rotura muscular aductores (6%)
  • El 21% de las lesiones son debidas a ‘juego sucio’ del rival: esguince de tobillo (15%), esguince de rodilla (9%) y contusión en el muslo (10%).
  • Lesiones en la cabeza: 2%.
  • Las fracturas representan un porcentaje muy bajo de lesiones.
  • En futbolistas junior, las lesiones más comunes se dieron en el rango de edad entre los 14 a 16 años.
  • Reincidencia de lesiones (R-in):
    • El riesgo de lesión (RL) es de 4 a 7 veces mayor en futbolistas con lesiones previas. 
    • Ekstrand et al. encuentra una R-in del 12% respecto al total de lesiones en futbolistas profesionales. Sin embargo, existen diferencias en la literatura (9-30%) que el autor atribuye a la diferencia de medios entre clubes o categorías.
    • R-in requieren un mayor tiempo de recuperación que las lesiones nuevas.
    • Los futbolistas juniors tienen menor RL. 
    • La R-in es más frecuente en entrenamiento.
    • Todas estas R-in se produjeron por sobreuso.
  • Existen diferencias en la incidencia de lesiones según el periodo de la temporada:
    • Pretemporada (pocos partidos, alto volumen entrenamiento)
      • Lesiones por sobreuso (p.ej., pubalgias)
      • Rotura muscular cuádriceps
    • Periodo competitivo (muchos partidos, intensidad alta)
      • Lesiones traumáticas, rotura muscular isquios (se ha comentado previamente)
  • La incidencia de lesiones aumenta en el final de cada periodo de juego (fatiga).

*No obstante, aunque existen autores que muestran diferencias entre posiciones, una revisión reciente no encontró evidencia suficiente para aportar consideraciones generales de la incidencia lesional por posición. En este sentido, sólo los porteros mostraron menos lesiones (7).

En la Tabla 1 se muestra de manera más visual todo lo comentado previamente.

Futbolistas profesionales JuniorFutbolistas profesionales Adultos
Incidencia lesiones totalDe 2.0 a 19.4 lesiones por 1000 h (lesiones más severas en partidos en el rango de 14-16 años que mayores)De 2.5 a 9.4 lesiones por 1000 h(la mayoría fueron de severidad moderada y ≤ 1 semana)
Incidencia en partidoDe 9.5 a 48.7 lesiones por 1000 hDe 8.7 a 65. lesiones por 1000 h
Incidencia en entrenamientoDe 3.7 a 11.1 lesiones por 1000 hDe 1.4 a 5.8 lesiones por 1000 h
Relación Partido-entrenamientoPartido > x5 más que entrenamientoMayor en partido: 53% partido, 47% entrenamiento
Tipo de lesiones más comunesRoturas, esguinces y contusiones2/3 Traumáticas – 1/3 sobreuso (*Plan prevención)Roturas, esguinces y contusiones
Zona del cuerpo más lesionadaMuslo – IsqiuosMuslo – Isqiuos (rotura)
Lesión más frecuenteRotura isquios*Lesión cuádriceps = + tiempo ausencia
Otras lesionesTobillo, rodilla, pubis, tren inferior *Fracturas: pequeño % pero lesiones severasPubis, rodilla, tobillo*Fracturas: pequeño % pero lesiones severas
Reincidencia de lesionesEsguince (42.9%) y roturas musculares (22.9%)15.3% del total de lesiones
+40% tiempo recuperación que una lesión nueva 2/3 o 63% fueron lesiones por sobreuso
Lesiones más comunes durante entrenamiento16% de las lesiones isquios
Lesiones por sobreusoNecesitan más tiempo recuperación
Tabla 1. Resumen del análisis epidemiológico de las lesiones en futbolistas profesionales junior y senior extraído de la revisión sistemática y meta-análisis de Pfirrmann et al. (2016)

Referencias

  1. Ekstrand J, Hägglund M, Waldén M. Injury incidence and injury patterns in professional football: The UEFA injury study. Br J Sports Med. 2011;45(7):553–8. 
  2. Guerrero-Calderón B. The effect of short-term and long-term coronavirus quarantine on physical performance and injury incidence in high-level soccer. Soccer Soc. 2020 Jun 7;00(00):1–11.
  3. Pfirrmann D, Herbst M, Ingelfinger P, Simon P, Tug S. Analysis of injury incidences in male professional adult and elite youth soccer players: A systematic review. J Athl Train. 2016;51(5):410–24. 
  4. Bradley PS, Archer DT, Hogg B, Schuth G, Bush M, Carling C, et al. Tier-specific evolution of match performance characteristics in the English Premier League: it’s getting tougher at the top. J Sports Sci [Internet]. 2016 May 18 [cited 2017 Jan 29];34(10):980–7.
  5. Carling C. Interpreting physical performance in professional soccer match-play: Should we be more pragmatic in our approach? Sport Med. 2013;43(8):655–63. 
  6. Dupont G, Nedelec M, McCall A, McCormack D, Berthoin S, Wisløff U. Effect of 2 soccer matches in a week on physical performance and injury rate. Am J Sports Med. 2010;38(9):1752–8. 
  7. Della Villa F, Mandelbaum BR, Lemak LJ. The Effect of Playing Position on Injury Risk in Male Soccer Players: Systematic Review of the Literature and Risk Considerations for Each Playing Position. Am J Orthop (Belle Mead NJ). 2018;47(10).

Berni Guerrero-Calderón

Preparador Físico | Readaptador Lesiones | Analista Rendimiento Físico

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Este artículo ha sido realizado en base a las referencias reflejadas, otros estudios revisados no reflejados y según la experiencia y conocimiento del autor. De esta manera, pueden incluir opiniones e ideas subjetivas no contrastadas en la literatura. 

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